Sr Shimada / 65 anos
Región de Kanagawa, Japan
La negligencia llevó al desastre
Tengo el cuerpo de un atleta, me gusta jugar al béisbol y estoy orgulloso de mi fuerza. A los 50 años de edad, sin embargo, el funcionamiento de mi corazón se debilitó y no volvió a la normalidad hasta después de haber sido sometido a tratamiento.
El otoño de 1998 el movimiento de mi intestino no era regular e incluso sangraba. Me sentía al borde de mis fuerzas y mi carácter había empeorado.
En febrero del año siguiente se me detectó un cáncer rectal y fui sometido a una operación. El médico sugirió una vacuna pero, desdichadamente, debido a una reorganización del personal de ese hospital, la administración de esa vacuna se retrasó un mes.
Una semana después de recibir tales inyecciones, el médico me comunicó que las células cancerígenas habían sufrido una metástasis tanto en el pulmón como en el hígado. Me sometí a cirugía del pulmón al tiempo que me inyectaron medicamentos contra el cáncer en el hígado. Esperaba no sufrir dolor durante la operación pero en el caso de esta enfermedad no podía hacer otra cosa que someterme valientemente al tratamiento recomendado. Fue en este momento cuando mi hijo me trajo el líquido y las píldoras Tian Xian así como información sobre los mismos y empecé a tomar el producto.
Dos semanas más tarde, pude volver a casa. Tuve diarrea por negligencia y experimenté continuados episodios de vómitos, de manera que tuve que ingresar nuevamente en el hospital. Tuve flatulencias en el abdomen, por lo que me tuvieron que alimentar mediante el gota a gota. A fin de desafiar el cáncer, me prometí a mi mismo poner más atención en los detalles más insignificantes, puesto que no iba a durar mucho si continuaba sin cuidarme.
El tratamiento del hígado empezó al cabo de poco. Me insertaron un conducto por medio del cual me inyectaron medicamentos contra el cáncer. Sorprendentemente, nunca noté efectos secundarios. Únicamente me sentía algo cansado y soñoliento, tenía un poco de temperatura corporal amén de un ligero gusto ácido en la boca. Pensé que gracias a la ayuda del líquido Tian Xian y a la vacuna Maruyama había superado el procedimiento con rapidez. Pronto recuperé la energía y el médico pudo operar el pulmón un mes después. El chequeo de rayos X efectuado antes de la operación evidenciaba que dos tumores de distinto tamaño habían crecido en el pulmón izquierdo. Durante la operación, sólo se encontró y extirpó el tumor de mayor tamaño, mientras el pequeño había desaparecido. En este momento estaba más convencido de que el líquido Tian Xian y la vacuna Maruyama lo habían eliminado.
Después de recibir una nueva inyección con medicamentos contra el cáncer en el hígado, el tratamiento, que se prolongó durante 100 días, había concluido finalmente. Desde el momento en que me dieron de alta del hospital hasta ahora, sigo tomando dos botellas de líquido Tian Xian y seis píldoras Tian Xian cada día, además de la vacuna Maruyama diariamente.
Una vez el médico le dijo a mi mujer que no había esperanza para mí. Pero ahora no sólo he recuperado el peso, sino que soy capaz de practicar deportes sencillos como pasear, subir montañas o jugar al golf. También puedo llevar a cabo pequeños trabajos en la oficina. En verdad, poco a poco estoy volviendo a mi vida normal.
No solo debo mi rápida recuperación a mi esposa, a todos los familiares y amigos que tanto me han apoyado en las horas de desespero e incertidumbre. Por encima de todo, debo mi vida al Dr. Wang Zhen Guo, inventor del líquido Tian Xian. Gracias a todos vosotros.